¿Qué sucede cuando una marca se atreve a desafiar el modelo automotriz en uno de los mercados más relevantes de Sudamérica?
Esta es la interrogante que aborda BYD, el coloso chino que está transformando la esfera automotriz en Brasil. Con la inauguración de su planta en Camaçari, Bahía, y el inicio de la producción de las primeras unidades pre-serie del Dolphin Mini y el Song Pro, la empresa no solo está ensamblando vehículos eléctricos, sino que también está redefiniendo las normas del sector.
Un Gigante Despierta en Bahía
La instalación de BYD en Brasil no es una planta cualquiera. Se encuentra en el mismo complejo industrial que antes pertenecía a Ford, y que ahora está siendo completamente renovado por la automotriz asiática. Con una visión orientada hacia el futuro, la empresa ya comenzó a ensamblar las primeras unidades SKD (semi-desmontadas) del hatchback eléctrico Dolphin Mini —también conocido como Seagull— así como del SUV Song Pro.

Estas unidades no estarán disponibles para la venta. Sin embargo, su función es crucial: representan el primer paso operativo de la marca en Brasil. Una especie de ensayo que da inicio al ambicioso plan de expansión de BYD en la región.
¿Por Qué Esta Planta Cambia el Juego?
La apertura de esta fábrica no solo es un acontecimiento para Brasil: es un punto de inflexión para toda Sudamérica.
El propósito de BYD va mucho más allá de ensamblar vehículos con piezas importadas. La empresa ya ha declarado su intención de alcanzar una producción 100% nacional en el futuro cercano. Para lograrlo, ha comenzado a colaborar con más de 160 proveedores locales que proveerán los insumos y la tecnología necesarios para la planta de Bahía.
Aspectos Clave del Complejo en Camaçari:
- Capacidad inicial: 150.000 unidades al año
- Proyección para 2026: 300.000 vehículos anuales
- Capacidad futura: 600.000 autos por año con la expansión prevista
- Más de 160 proveedores brasileños en la cadena de suministro
- Transformación completa de un antiguo complejo industrial de Ford
Este no es solo un espacio industrial. Es una afirmación de intenciones.
Seagull y Song Pro: Dos Modelos Fundamentales
La selección de los primeros modelos a producir no es accidental. El Dolphin Mini (o Seagull) está diseñado para el segmento de entrada de autos eléctricos, ideal para cautivar al público urbano gracias a su tamaño compacto y su mecánica completamente eléctrica. Por otro lado, el Song Pro se presenta como un SUV versátil, apto tanto para familias como para usuarios que buscan un vehículo tecnológico y eficiente.
Aunque estas unidades iniciales se ensamblan en formato SKD, la marca planea una transición gradual hacia una producción completamente local, con una mayor integración de componentes brasileños y desarrollo tecnológico nacional.
Super e-Platform: Carga Ultrarrápida que Sorprende
Pero eso no es todo. Durante la presentación, BYD introdujo una tecnología innovadora que promete cambiar los tiempos de carga de los vehículos eléctricos. Se trata de la Super e-Platform, un sistema de carga ultrarrápido que puede recuperar hasta 400 kilómetros de autonomía en solo cinco minutos.
¿Qué Ofrece la Super e-Platform?
- Potencia de carga de hasta 1 megavatio
- Velocidad de recarga: 2 km por segundo
- Tiempo estimado para 400 km: 5 minutos
A pesar de que BYD no ha especificado cuándo estará disponible esta tecnología en Sudamérica, su mera mención indica una ambición transformadora: hacer que la carga de un vehículo eléctrico sea tan rápida como llenar el tanque de un coche de combustión.

Una Estrategia Regional Bien Pensada
Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio de expansión regional. Brasil será el primer centro de producción, pero la marca ha adelantado que, antes de que finalice el año, también llegará a otros países sudamericanos —incluyendo el nuestro— con vehículos importados desde China.
A través de esta estrategia, BYD busca ganar rápidamente terreno, captar participación de mercado y posicionarse como una alternativa sólida frente a las marcas tradicionales que aún dominan la región.
Implicaciones para la Industria Automotriz Sudamericana
Este movimiento no solo refuerza la presencia de BYD, sino que también presiona a los fabricantes de automóviles tradicionales a acelerar su transición hacia la electrificación. La combinación de producción local, tecnología avanzada y precios competitivos podría convertirse en una fórmula exitosa para los consumidores sudamericanos.
Además, la creación de empleo calificado, el fortalecimiento de la red de proveedores locales y la inversión en infraestructura eléctrica tendrán un impacto económico y social significativo.
BYD no solo ensamblará automóviles; está cultivando el futuro del ecosistema eléctrico en la región.

Reflexiones Finales
La inauguración de la planta de BYD en Brasil y la producción de los primeros modelos del Seagull y el Song Pro no es simplemente un hito en la industria: es el principio de una nueva era para la movilidad eléctrica en Sudamérica. Con una creciente capacidad de producción, un enfoque tecnológico y una clara visión de integración local, la automotriz china está preparada para dominar el mercado a través de la innovación y la estrategia.
¿Lo mejor? Esto es solo el comienzo.