¿Qué tan revolucionario será el futuro del automovilismo en Toyota? La respuesta parece indicar que será mucho más de lo que podríamos prever… y todo comienza bajo el capó. Algo excepcional —y con un par de turbos— está en camino.
Un cambio radical en la estrategia de Toyota
Toyota está en medio de una transformación significativa. Durante años, la compañía se centró en la eficiencia, la durabilidad y un enfoque más conservador. No obstante, la iniciativa deportiva de Gazoo Racing ha cambiado radicalmente esa dirección. Modelos como el GR Yaris, GR Corolla, GR86 y Supra han evidenciado que la firma nipona es capaz de ofrecer emociones intensas en el mundo del automovilismo.
El próximo paso será aún más audaz: un superdeportivo con un motor V8 biturbo híbrido, diseñado para convertirse en el nuevo referente de alto rendimiento del grupo.

Un V8 modular que marca el comienzo de una nueva era
La revelación se realizó durante el Japan Mobility Show, donde Takashi Uehara, presidente de la división de motores de Toyota, anunció que este V8 es parte de una nueva generación de propulsores modulares. Esta familia incluye motores de 1.5, 2.0 y 4.0 litros, todos diseñados con una arquitectura común para reducir costos, optimizar el peso y facilitar su integración con sistemas híbridos.
Uehara explicó que el nuevo V8 está “relacionado en términos generales” con el 2.0 G20E utilizado en el prototipo GR Yaris M de motor central, un diseño que supera los 400 caballos. Sin embargo, al aumentar los cilindros y añadir un doble turbocompresor, se promete “mucho más poder”, aunque aún no se ha revelado la cifra exacta.
Lexus también lo incorporará, pero con un enfoque diferente
El desarrollo no será exclusivo de Toyota. Lexus, la marca de lujo del grupo, utilizará una versión electrificada del mismo motor para su futuro deportivo basado en el Lexus Sport Concept.
Aunque ambas versiones compartirán la misma arquitectura, se destacarán diferencias clave:
- Lexus buscará un comportamiento más refinado, centrado en el lujo y la conducción sofisticada.
- Toyota optará por una configuración más agresiva, orientada a la pista, especialmente en su futuro GR GT3.
Esta estrategia dual permite optimizar el desarrollo del motor, mientras que cada marca mantiene su propia identidad.

Híbrido, sin necesidad de enchufe
El nuevo V8 será híbrido, pero no enchufable. Incorporará un sistema de asistencia eléctrica diseñado para mejorar la respuesta y la eficiencia sin sacrificar la experiencia de conducción ni la potencia. Este enfoque busca equilibrar las exigencias regulatorias globales con las expectativas de los amantes de la velocidad.
A su vez, Toyota confirmó que el sistema se beneficiará de la transferencia de tecnología directa desde sus proyectos de competición. Esta conexión entre los autos de pista y los modelos de calle es fundamental para justificar la inversión en motores de producción limitada, al tiempo que se ofrecen productos más avanzados.

Una visión que combina emoción, negocio y tecnología
Lo fascinante es que este V8 no es solo un capricho. Forma parte de una estrategia más amplia que tiene como objetivos:
- Reubicar a Toyota como una marca capaz de generar emoción.
- Proporcionar a Lexus un nuevo ícono deportivo que compita en categorías superiores.
- Aprovechar la ingeniería de competición para desarrollar productos exclusivos sin aumentar los costos de manera insostenible.
Si Toyota logra fusionar el rendimiento del V8 biturbo, la asistencia híbrida y el espíritu de Gazoo Racing, podríamos estar ante una de las propuestas más destacadas de la industria automotriz japonesa en muchos años.



