El anuncio de la Cybertruck por parte de Tesla dejó a muchos sorprendidos. Con su diseño innovador, su supuesta resistencia extrema y la promesa de ser la camioneta del futuro, capturó la atención de millones. Sin embargo, el tiempo ha revelado una historia muy diferente.
Lo que inicialmente se presentó como una revolución en el mundo de las pickups eléctricas se ha convertido en una serie de inconvenientes, desilusiones y resultados financieros negativos. ¿Qué fue lo que realmente falló? Aquí te lo contamos, incluyendo detalles que raramente se discuten y que quizás no conocías.
Un lanzamiento con promesas exageradas que no se cumplieron
Desde el inicio, Elon Musk creó expectativas que parecían inalcanzables. Prometió fabricar 250,000 unidades anuales, ofrecer una camioneta indestructible y revolucionar el transporte. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente.
Las cifras actuales son claras: solo se han entregado alrededor de 39,000 unidades en Estados Unidos, una cifra muy por debajo de lo que se esperaba. En las afueras de la gigafábrica de Texas, numerosos modelos de Cybertruck permanecen estacionados, llenándose de polvo. Esto indica que produjeron más vehículos de los que los consumidores desean realmente.
El caso Edmunds: una experiencia fallida
La experiencia de la revista estadounidense Edmunds es un claro ejemplo del declive del Cybertruck. Compraron una unidad por más de 100,000 dólares para un análisis a largo plazo, pero tras un leve accidente, se dieron cuenta de una dura realidad: reparar la Cybertruck resultó ser extremadamente complicado.
La carrocería de acero inoxidable, además de ser poco común, se convirtió en un dolor de cabeza para los talleres. El vehículo fue declarado como pérdida total, y lo que costó seis cifras se vendió como chatarra por solo 8,000 dólares. Este incidente se volvió viral, y con justa razón.
Demoras extensas y talleres limitados
No solo hay un problema de demanda, sino también de servicio postventa. Muchos usuarios han reportado tiempos de espera interminables para la reparación de sus vehículos, con algunos esperando más de seis meses para recibir un presupuesto.
Además, no cualquier taller está capacitado para trabajar con la Cybertruck. Su diseño poco convencional requiere herramientas, piezas y conocimientos que son escasos. Como resultado, los propietarios se encuentran atrapados, sin respuestas y con un vehículo de lujo que no pueden usar ni revender fácilmente.
Un diseño innovador que resultó en contra
La Cybertruck fue concebida con un aspecto futurista, líneas angulares y acero sin pintura, además de cristales ultra resistentes. Sin embargo, esta arriesgada apuesta no resonó con el gusto general.
- El acero inoxidable se mancha con facilidad.
- Las puertas presentan problemas de alineación.
- Bajo condiciones de lluvia intensa, el parabrisas presenta fallas de visibilidad.
- El pedal del acelerador se ha quedado atascado en varias unidades.
Esto ha llevado a Tesla a realizar hasta ocho llamados a revisión en pocos meses, cada uno de los cuales ha dañado la reputación del modelo, generando dudas legítimas entre los compradores potenciales.
Cybertruck: costosa de mantener y difícil de revender
Otra de las causas detrás de la caída en ventas del modelo es su alto costo de mantenimiento. Existen casos documentados donde las reparaciones han superado los 57,000 dólares, lo cual es desproporcionado en comparación con el precio del propio vehículo.
Esto ha llevado a muchos propietarios a intentar vender su unidad. Sin embargo, el mercado de segunda mano no está respondiendo. Hay demasiadas disponibles y, debido a las numerosas críticas, pocos se arriesgan a comprar una. Lo que antes era considerado una joya tecnológica ahora se ve como un capricho costoso sin retorno.
Clientes que rechazan entregas: el escándalo del inventario viejo
Tesla ha sido acusada de intentar entregar Cybertruck fabricadas meses atrás que habían estado almacenadas sin uso. Consumidores como Reza Soltani recibieron unidades con marcas visibles en la carrocería, desgaste en las baterías y señales evidentes de haber estado inactivas por mucho tiempo.
Al plantear sus quejas, la respuesta de Tesla ha sido lenta. En algunos casos, los clientes han tenido que rechazar la entrega y solicitar otra unidad. Esto genera desconfianza, y en un mercado tan competitivo, este tipo de experiencias pueden afectar gravemente la reputación de un modelo.
La desconfianza en Elon Musk impacta en las ventas
No es un secreto que la figura de Elon Musk ha generado controversia. Sus intervenciones políticas, comentarios provocativos y decisiones empresariales han creado descontento, incluso entre sus seguidores más leales.
En los últimos meses, ha surgido la posibilidad de un cambio en la dirección de Tesla. Mientras tanto, los beneficios de la empresa disminuyeron en un 71% en el primer trimestre de 2025. Musk ha pasado de ser el ícono de la movilidad eléctrica a un símbolo de incertidumbre.
Tesla bajo presión: competencia intensa y márgenes reducidos
A esta situación se suma la presión externa. Fabricantes chinos como BYD han avanzado rápidamente, ofreciendo vehículos eléctricos accesibles y atractivos. En Estados Unidos, marcas tradicionales como Ford y GM han sabido adaptar mejor sus pickups a las preferencias del público.
Como respuesta, Tesla ha bajado precios, pero esto ha erosionado sus márgenes sin lograr un aumento significativo en las ventas. Aún peor, ha transmitido una imagen de desesperación.
Una pickup del futuro… que no se adapta al presente
La Cybertruck fue diseñada como un producto vanguardista, casi sacado de una película de ciencia ficción. Sin embargo, la realidad es distinta: la mayoría de los usuarios prioriza funcionalidad, confiabilidad y un servicio postventa accesible.
En conclusión, la Cybertruck prometió más de lo que pudo cumplir. Y en el competitivo mundo automotriz, esto tiene serias repercusiones.
Conclusión: ¿hay posibilidades de redención para la Cybertruck?
Actualmente, la Tesla Cybertruck es percibida por muchos como un símbolo de promesas incumplidas. Desde su diseño cuestionable hasta sus defectos de fábrica, pasando por un servicio postventa deficiente y una dirección empresarial inestable, todo ha contribuido a su declive.
¿Puede Tesla revertir esta situación? Tal vez. Pero primero necesita recuperar la confianza del mercado, solucionar los problemas técnicos de fondo y, sobre todo, ofrecer un producto que no solo luzca bien en redes sociales, sino que también funcione adecuadamente en la vida cotidiana.
