Ford, uno de los líderes en la industria automotriz, se ha propuesto cerrar la distancia con los principales actores en el mercado de vehículos eléctricos (VE), especialmente con compañías chinas como BYD y Tesla. Con el enfoque en su próxima pick-up eléctrica asequible, la empresa afirma que su nueva plataforma representará un auténtico “cambio de juego” en la búsqueda de dominar este competitivo sector. ¿Qué novedades podemos esperar de este ambicioso plan? A continuación, lo analizamos.
El reto chino: estrategias de Ford para competir con BYD
En los últimos años, los fabricantes de automóviles chinos han liderado el camino en costes y tecnología dentro del mercado de coches eléctricos, gracias a una mezcla de ingeniería innovadora y economías de escala. Compañías como BYD han logrado ofrecer modelos económicos y altamente eficientes, superando incluso a marcas reconocidas como Tesla en varios aspectos.

Consciente de esta situación, Ford ha optado por una estrategia centrada en la simplicidad y la accesibilidad económica. Según Jim Farley, CEO de la empresa, su próxima pick-up será capaz de competir en costes con los fabricantes chinos, un objetivo que, hasta hace poco, parecía fuera de alcance para las marcas estadounidenses.
Detalles sobre la nueva pick-up eléctrica de Ford
La primera gran iniciativa de la nueva plataforma eléctrica asequible de Ford será una pick-up compacta destinada al mercado estadounidense. Este modelo se situará por debajo de la popular F-150 Lightning y competirá en un segmento similar al de los actuales Ford Maverick y Ford Ranger.
Baterías LFP: la estrategia de ahorro
Este vehículo utilizará baterías de litio-ferrofosfato (LFP), que son más económicas y sostenibles en comparación con las convencionales NCM (níquel, cobalto, manganeso). Las baterías LFP no solo ayudan a reducir los costes, sino que también proporcionan una mayor estabilidad térmica y durabilidad, convirtiéndolas en una opción ideal para un modelo enfocado en la relación calidad-precio.
Un grupo de expertos para el nuevo proyecto
Ford ha reunido a un equipo de especialistas con experiencia en empresas como Apple, Lucid, Rivian y Tesla para liderar el desarrollo de esta innovadora plataforma. Destaca entre ellos Alan Clarke, exdirector de ingeniería del Tesla Model Y, el vehículo eléctrico más vendido a nivel mundial en 2023. Este grupo de talento está enfocado en simplificar el diseño del vehículo, lo que también contribuye a disminuir los gastos de producción.

¿Por qué Ford se enfoca en BYD y no en Tesla?
Curiosamente, Ford ha cambiado su enfoque competitivo, dejando a Tesla de lado para concentrarse en los fabricantes chinos como BYD. ¿La razón? Según Farley, la ingeniería avanzada y simplificada de los modelos chinos ha demostrado ser clave en la reducción de costes.
En una revelación interesante, Farley compartió que ha estado conduciendo un Xiaomi SU7 durante los últimos seis meses. Este modelo, aunque no es muy conocido fuera de Asia, vende hasta 20.000 unidades mensuales y representa la eficiencia y capacidad de producción de los fabricantes chinos. La experiencia de Farley con este vehículo refuerza su visión de que el futuro de los VE radica en la asequibilidad y funcionalidad, más que en el lujo o la exclusividad.
Ajustes en la estrategia de Ford en Europa
Mientras Ford avanza con proyectos ambiciosos en Estados Unidos, ha decidido moderar sus expectativas en Europa. Aunque inicialmente se propuso convertirse en una marca 100% eléctrica para 2030, el enfriamiento de la demanda en mercados clave como Alemania ha llevado a la empresa a reevaluar sus planes.
Marin Gjaja, director de operaciones de Ford Model e, explicó que los clientes consideran estos objetivos “demasiado ambiciosos”, lo que ha obligado a la compañía a ajustar su estrategia. Este cambio refleja una tendencia más amplia en la industria, donde las empresas buscan equilibrar la innovación tecnológica con la realidad del mercado.

Reflexiones finales: ¿Podrá Ford igualar los costes de BYD?
La apuesta de Ford por una plataforma eléctrica económica, respaldada por un equipo de expertos de alto nivel y tecnologías como las baterías LFP, podría transformar su capacidad para competir con los gigantes chinos. Sin embargo, el éxito de este proyecto dependerá de varios factores: desde la correcta implementación técnica hasta la aceptación en el mercado.
Si logra cumplir con sus promesas, Ford no solo recortará distancias con BYD, sino que también establecerá un nuevo referente para los fabricantes occidentales que buscan un lugar en el competitivo mundo de los vehículos eléctricos.