Cuando pensábamos que el Porsche 911 Turbo S había alcanzado su cúspide, Manhart Performance decidió llevarlo más allá. El resultado es el TR 900 II, una versión altamente personalizable que no solo deslumbra por su potencia, sino también por su diseño audaz y mejoras técnicas que lo transforman en una auténtica obra maestra de la ingeniería automotriz.

Evolución del TR 700 II: más potencia en cada detalle
Si el término TR 700 II te resulta familiar, es porque Manhart ya nos había sorprendido anteriormente con una modificación basada en el 911 GT2 RS. En esta ocasión, han centrado su atención en el 911 Turbo S, logrando más que una simple mejora superficial: han creado un verdadero depredador automovilístico con la esencia de un coche de carreras y la estética de un superdeportivo.

Estética exterior: imponente y aerodinámica
Este Porsche modificado no solo brilla por su rendimiento. Desde el primer vistazo, es evidente que no es un 911 convencional:
- Pintura exterior en un azul eléctrico que capta todas las miradas
- Kit aerodinámico especialmente diseñado por Moshammer, que incluye:
- Un nuevo spoiler frontal
- Faldones laterales rediseñados para mayor agresividad
- Un difusor trasero imponente
- Un alerón que recuerda a los coches de Le Mans
- Rines forjados Concave One de seis radios
- 21 pulgadas en la parte delantera
- 22 pulgadas en la parte trasera
Esta combinación no solo es visualmente impactante: optimiza la aerodinámica y el agarre a altas velocidades.

Interior: lujo y deportividad combinados
El habitáculo del TR 900 II refleja un enfoque en la exclusividad:
- Detalles en azul en los cinturones de seguridad y los reposacabezas
- Asientos tapizados en cuero negro, con contrastes en las costuras
- Acabados interiores también en negro, creando una estética sobria y elegante
Este interior ofrece una sensación deportiva sin comprometer el confort, siendo perfecto tanto para el uso diario como para días de pista.
Motor: el corazón del monstruo
El motor que alimenta este bestia es el conocido boxer biturbo de 3.8 litros, pero llevado a un nivel completamente diferente. Mientras que el Turbo S convencional ofrece 650 caballos y 800 Nm, Manhart fue más allá:
- 922 caballos de potencia
- 1,090 Nm de par máximo
¿La clave? Una serie de modificaciones meticulosas, que incluyen:
- Reprogramación de la ECU
- Sistema de escape en acero inoxidable con control de válvulas
- Downpipes de competición
- Catalizadores de 200 celdas
- Mejoras en la suspensión para un rendimiento más dinámico
No se trata solo de cifras impresionantes. Es una declaración de intenciones. Un rendimiento puro llevado al extremo.

Transmisión y manejo: preparada para la potencia
Para transferir esa inmensa potencia al suelo, Manhart también ha realizado ajustes en la transmisión:
- Transmisión PDK de doble embrague y siete velocidades, adaptada para soportar el notable aumento de torque y potencia
- Incluso con estas mejoras, el sistema de frenos se mantiene sin cambios, lo cual tiene sentido dado que Porsche equipa el Turbo S con frenos de carbono-cerámico, conocidos por su eficacia y durabilidad.
Este balance entre potencia, control y tecnología garantiza que el TR 900 II no solo sea más veloz, sino también más ágil, estable y confiable.

Experiencia de conducción: más allá de los números
Más allá de sus espectaculares cifras, lo que realmente define al TR 900 II es la sensación al conducirlo. Desde la respuesta inmediata del motor hasta el control absoluto en curvas cerradas, este vehículo ofrece una experiencia visceral, diseñada para los automovilistas más exigentes.
Cada vez que presionas el acelerador, este Porsche modificado te recuerda que estás al mando de algo excepcional. No es solo un coche, es una obra maestra sobre ruedas, una máquina con carácter, agilidad y personalidad.
¿Qué implica esto en la vida real?
Un Porsche 911 Turbo S ya es uno de los coches más rápidos y tecnológicos disponibles. Sin embargo, Manhart lo ha llevado a una nueva dimensión, donde pocos se atreven a aventurarse: la fusión entre lo extremo y lo elegante.
El TR 900 II no solo aspira a ser un coche más veloz. Su objetivo es ser la interpretación más audaz del Turbo S, esa versión que Porsche probablemente no se atrevería a lanzar de fábrica debido a su naturaleza radical.
