¿Te imaginas que recargar tu vehículo eléctrico tome menos tiempo que preparar una taza de café? Además, será más seguro, más económico y ofrecerá mayor autonomía. Ese futuro está más cerca de lo que piensas, y Nissan se posiciona como un actor clave en esta evolución. Pero… ¿podrá cumplir con sus promesas o se quedará a mitad de camino?
Nissan mantiene su compromiso en un escenario variable
A pesar de la inestabilidad del mercado y los retos constantes en la industria automotriz, Nissan sigue firme en su propósito. La marca japonesa ha reiterado su intención de lanzar baterías de estado sólido para 2028, disipando las especulaciones sobre un posible retraso hasta 2029.
Christophe Amblard, responsable de planificación de productos en Nissan Europa, dejó claro que “sí, estaremos listos para las baterías de estado sólido en 2028”, en una entrevista con Auto Express. Sin embargo, subrayó que no se apresurará en el proceso. Para él, lo esencial es la fiabilidad y la satisfacción del cliente, no la rapidez.

La importancia de las baterías de estado sólido
Las baterías de estado sólido no son simplemente una mejora, sino un verdadero cambio de paradigma en el ámbito eléctrico. En comparación con las baterías de iones de litio actuales, ofrecen ventajas significativas y relevantes para el futuro del sector.
Ventajas principales:
- 30% más de densidad energética: lo que se traduce en una mayor autonomía sin incrementar el tamaño ni el peso de la batería.
- Tiempos de carga considerablemente más cortos: lo que puede mejorar notablemente la experiencia diaria del usuario.
- Mayor seguridad térmica: reduciendo así los riesgos de incendios o explosiones.
- Disminución de costos: permitiendo un acercamiento real a la paridad de precios con los vehículos de combustión interna.
Estos progresos podrían ser el inicio de una nueva era para los autos eléctricos, con opciones más accesibles, eficientes y seguras para el consumidor promedio.
La estrategia de Nissan hacia el futuro
Para que todo esto se convierta en realidad, Nissan ya ha comenzado a trabajar. En su planta de Yokohama, la empresa inició la construcción de una instalación piloto dedicada exclusivamente a esta tecnología. Se prevé que comience a operar en marzo de 2025, lo que permitirá llevar a cabo pruebas controladas antes del lanzamiento comercial.
El objetivo es alcanzar una producción en serie de 100 MWh anuales a partir del año fiscal 2028, es decir, entre abril de 2028 y marzo de 2029.
Además, Nissan está implementando tecnología de gigacasting en sus procesos. ¿Qué significa esto? Básicamente, es una innovación que permite la fabricación de piezas de chasis más ligeras y con menos componentes, lo que reduce la complejidad y mejora la eficiencia de la producción.

¿Es posible que Nissan cumpla sus promesas?
Este es el punto crucial: ¿podrá Nissan cumplir con este ambicioso cronograma?
Amblard fue muy claro. Admitió que una pequeña demora no está fuera de lo posible, pero enfatizó: “No lanzaremos nada hasta que esté verdaderamente listo”. Esta afirmación sugiere que Nissan prefiere priorizar la calidad y el rendimiento real sobre cualquier presión comercial.
Y tiene sentido. La empresa es consciente de que introducir una batería defectuosa o insuficientemente probada podría tener consecuencias desastrosas para su reputación y su posición en el mercado.
Nissan Leaf 2026: un hito en la transición
Todo parece indicar que el Nissan Leaf 2026 será fundamental en este proceso. Aunque aún no se ha confirmado si contará con estas baterías en su lanzamiento, es evidente que se convertirá en uno de los primeros modelos en beneficiarse del nuevo enfoque de electrificación de la marca.
Se anticipa que este modelo no solo será una evolución tecnológica, sino también un avance en diseño, conectividad y experiencia de usuario. El Leaf 2026 podría ser el enlace entre el presente y el futuro de estado sólido.
La competencia es feroz: todos quieren ganar la carrera
Nissan no está sola en esta carrera. Toyota se propone tener sus baterías listas para 2027, lo que ejerce una presión adicional sobre el cronograma de Nissan. Y no es la única. BMW, Volkswagen, BYD, CATL, Stellantis, SAIC, Huawei y Xiaomi están igualmente desarrollando sus propias soluciones de estado sólido.
No es un fenómeno pasajero: es la lucha por el liderazgo en el futuro eléctrico. La compañía que logre dominar esta tecnología primero, y de forma confiable, podría obtener una ventaja competitiva monumental durante años.

Nissan se expande a híbridos y deportivos eléctricos
Nissan no planea limitarse solo a los automóviles urbanos. Según información de Carscoops, la compañía también busca aplicar esta tecnología en versiones híbridas enchufables e incluso en el sucesor del emblemático GT-R.
Sí, ese icónico deportivo podría regresar, pero ahora impulsado por energía eléctrica avanzada. Esta estrategia demostraría que Nissan no solo busca electrificar su gama, sino también redefinir lo que significa ser deportivo en la era eléctrica.
El gran desafío: escalar la producción
A pesar de que la tecnología puede estar lista, un gran desafío será escalar la producción de manera rentable. Las baterías de estado sólido, a pesar de su potencial, siguen siendo costosas y complejas de producir a gran escala.
Aquí es donde la experiencia industrial de Nissan y su capacidad para optimizar costos y mantener altos estándares de calidad se vuelven cruciales. La planta de Yokohama será la primera gran prueba. Si tiene éxito, podríamos estar ante el inicio de una transformación global.
Nissan construye su futuro hoy
Lo que está realizando Nissan no es improvisado. Forma parte de una estrategia meticulosamente diseñada, alineada con su visión de sostenibilidad, innovación y liderazgo en movilidad.
Por supuesto, existe incertidumbre. Pero también hay convicción y acción tangible. Si la marca japonesa logra alcanzar sus metas, no solo transformará sus propios productos, sino que podría establecer un punto de inflexión en la movilidad eléctrica a nivel global.
Las baterías de estado sólido de Nissan prometen un aumento del 30% en la densidad energética, tiempos de carga más rápidos y mayor seguridad, con un lanzamiento proyectado para 2028, manteniéndose firme ante la competencia y desmintiendo rumores de retraso.

Un cambio de paradigma a la vista
En resumen, Nissan no está haciendo promesas vacías. Está invirtiendo, investigando y comprometiéndose con una tecnología que podría transformar por completo lo que entendemos sobre vehículos eléctricos. Si logran cumplir con su cronograma de 2028, no solo estarán un paso adelante: podrían redefinir las normas del juego.
Y nosotros, como consumidores, podríamos estar a un paso de disfrutar de vehículos eléctricos más accesibles, confiables y emocionantes que nunca.