¿Buscas un SUV que desafíe las tendencias eléctricas sin perder su esencia de poder? El nuevo Aston Martin DBX S es tu respuesta, y lo que tiene para ofrecer bajo el capó te dejará sin aliento…

Un SUV que desafía la normativa sin electrificarse
En un panorama automotriz lleno de vehículos híbridos, Aston Martin ha decidido nadar contra la corriente. En una era donde la mayoría de los fabricantes se enfocan en la electrificación como única opción viable, el DBX S viene a demostrar que los motores de combustión aún tienen un lugar destacado. ¿El resultado? Un SUV que irradia provocación y sofisticación, con unos impresionantes 727 caballos de fuerza que rugen sin necesidad de baterías o motores eléctricos.
Con esta estrategia, la marca británica reafirma que existen clientes que no están dispuestos a renunciar al sonido y la emoción que brinda un motor V8 en favor del silencio de un sistema híbrido. Así, lanza un mensaje contundente: brutalidad sin concesiones. Sin ayudas externas. Solo pura potencia, tracción integral y una experiencia de conducción visceral.

Patrimonio y progreso: el salto más impresionante desde el DBX 707
Para apreciar el impacto del nuevo Aston Martin DBX S, es esencial mirar hacia su pasado. Cuando el DBX 707 hizo su aparición, se estableció rápidamente como un estándar en el segmento de los SUV de lujo deportivos. Pero en Gaydon no se conformaron con eso. Tomaron esa impresionante base y la llevaron aún más lejos.
El DBX S no es simplemente una actualización, sino una versión más agresiva, refinada y, sobre todo, más potente. El motor V8 de 4.0 litros biturbo, desarrollado en colaboración con AMG, ha sido optimizado al máximo, logrando ahora 727 caballos y 900 Nm de par motor. Aunque su aceleración de 0 a 100 km/h se mantiene en 3,3 segundos, hay un detalle que lo hace destacar: es 0,3 segundos más rápido alcanzando los 200 km/h desde el reposo. En este ámbito, cada décima cuenta.

Estilo exterior: brutalidad sutil en fibra de carbono
Podrías pensar que un aumento de potencia tan notable vendría acompañado de un diseño exagerado. Sin embargo, Aston Martin ha optado por un enfoque más discreto pero imponente. Aquí, los detalles son fundamentales.
El paquete de fibra de carbono es lo que realmente marca la diferencia:
- Spoiler frontal con aletas agresivas.
- Techo y retrovisores fabricados en fibra de carbono.
- Difusor trasero esculpido con salidas de escape en posición vertical.
- Faldones laterales con toques en rojo.
- Parrilla delantera completamente oscura.
Y para culminar ese look tan agresivo como sofisticado, el DBX S está equipado con unas llantas forjadas de 23 pulgadas, con una opción aún más liviana en magnesio. Todo esto no solo es estético: contribuye a reducir el peso total en 67 kilogramos comparado con el DBX 707, resultando en un peso de 2.198 kilos. Una cifra notable para un SUV de estas características y prestaciones.

Un habitáculo donde lujo y deportividad se fusionan
Al abrir la puerta del nuevo Aston Martin DBX S, te adentras en un espacio que combina a la perfección un salón de lujo con la cabina de un avión de combate. No es una exageración. El interior está diseñado para cautivar tanto a los aficionados de la exclusividad británica como a quienes buscan una experiencia de conducción deportiva intensa.
Cada rincón del habitáculo refleja artesanía y atención al detalle. Desde los asientos deportivos de fibra de carbono hasta el cuero hecho a mano, la calidad es inigualable. Pero no solo se trata de estética; estos asientos están diseñados para ofrecer sujeción en curvas rápidas, y su ligereza también ayuda a reducir el peso total.
La distribución es intuitiva, con una consola central que agrupa los controles esenciales sin saturar. El sistema de infoentretenimiento ha sido modernizado, aunque Aston Martin mantiene esa esencia analógica que tanto atrae a su clientela: botones físicos, mandos bien definidos y ausencia de pantallas gigantes que distraigan. En este vehículo, el verdadero protagonista es el motor, no una interfaz digital.

Desempeño sin compromisos: pura mecánica sin electrificación
Es aquí donde el DBX S deja su huella de manera definitiva. Mientras otros SUV deportivos comienzan a explorar sistemas híbridos o motores eléctricos complementarios, este modelo británico sigue confiando en el rugido del V8 biturbo.
El motor es el conocido AMG de 4.0 litros, ajustado para ofrecer 727 caballos y un impresionante par de 900 Nm. La transmisión automática de nueve velocidades ha sido recalibrada para maximizar el rendimiento, distribuyendo la potencia de manera eficiente entre ambos ejes: hasta 50 % en el frontal y hasta el 100 % en el trasero, dependiendo de la situación.
¿Y cuáles son los resultados?
- 0 a 100 km/h en solo 3,3 segundos
- Velocidad máxima de 310 km/h
- Recuperaciones rápidas
- Estabilidad impresionante en curvas rápidas
Además, a pesar de no contar con electrificación, el DBX S mejora su consumo y comportamiento gracias a la puesta a punto del chasis, a suspensiones activas y a un sistema de tracción total que prioriza el placer de conducción. Es un SUV que se siente más como un GT de motor delantero que como un todocamino convencional.

¿Es el SUV ideal para los puristas? Todo indica que sí
Mientras los fabricantes ajustan sus estrategias hacia lo eléctrico, Aston Martin lanza un desafío directo a los puristas. El DBX S no es el